Vlad Jr. listo para despegar después de dar su primer jonrón del 2025

17 de abril de 2025

TORONTO -- Cuando el dominicano terminó de ver su primer jonrón del 2025 aterrizar en el segundo piso, completó su trote por las bases y concluyó las celebraciones en el dugout, estaba exhausto y aliviado.

“¡Ya era hora, Vladimir!", gritó George Springer desde el dugout después de deslizar la chaqueta del cuadrangular sobre los hombros del quisqueyano y golpear su casco.

Vladdy, después de 27 partidos sin un bambinazo remontándose a la temporada pasada, estuvo de acuerdo.

“¡Ya era hora!”, respondió Guerrero a gritos.

Éste fue un momento clásico de Guerrero, el que él y los Azulejos han estado esperando durante todo abril. El devastador slider de Spencer Strider no termina a menudo en las gradas, pero este lanzamiento se quedó sobre el plato y Guerrero lo envió a una distancia proyectada por Statcast de 412 pies por el jardín izquierdo. Mantuvo el bate en alto, disfrutó del espectáculo durante unos pasos por la línea de primera base y lanzó el madero al suelo.

“Fue un momento bonito”, dijo el mánager de los Azulejos, John Schneider, sonriendo. “Esperemos que eso lo ponga en marcha. Ha estado cerca. Ha estado bateando la bola muy bien y consiguió un lanzamiento ahí, en 3-2. Eso era lo que nos ha estado faltando”.

Guerrero se ha sentido un poco fuera de ritmo toda la temporada, conectando muchos batazos hacia el jardín derecho-central, pero sin realmente poder halar una pelota con poder. Sin embargo, éste fue su mejor swing de la campaña, y el tipo de mecánica que infunde miedo en los lanzadores contrarios. Ha tomado algo de tiempo, pero cuando Guerrero realmente entra en racha, es como un tren de carga.

Vladdy también puede ser un maestro para desviar el tema cuando se trata de sus propios momentos. A veces, eso encaja bien con el papel de un líder, y cuando se le preguntó sobre su primer jonrón, lo minimizó como solo otro momento en otro juego. La victoria fue la parte importante, insistió Guerrero, pero siguió volviendo a un punto que hemos escuchado de muchos de sus compañeros de equipo y el cuerpo técnico en las últimas semanas.

“Obviamente, estamos jugando buena pelota en este momento”, comentó Guerrero, “pero la clave aquí es que estamos juntos en esto. Desde el momento en que llegamos al clubhouse, estamos muy unidos, y la química es muy buena en este momento”.

Las estadísticas relatan bien la historia de Vladdy, y todavía importan, pero sigue siendo un jugador que puede ser analizado bien a simple vista. Un Vladdy suelto y alegre es la mejor versión de sí mismo, tirándole con fuerza a los pitcheos como un niño en el patio trasero. Puedes verlo claramente a través de la pantalla, con toda esa personalidad brotando. Es parte de lo que lo convierte en el hombre de los US$500 millones y la cara de esta franquicia, tal vez para siempre.

Guerrero fue toda la ofensiva que los Azulejos necesitaron el miércoles, impulsando también a Bo Bichette con un sencillo en el tercero para abrir el marcador. No necesitaron mucho más después de una brillante actuación de Chris Bassitt, quien lidera a todos los lanzadores calificados con una efectividad de 0.77. Ponchó a 10 en sus cinco innings en blanco, dándole 31 en 23.1 entradas. Es lo mejor que hemos visto lanzar a Bassitt.

También fue una de las mejores actuaciones de pitcheo que hemos visto del cuerpo de lanzadores de los Azulejos en su conjunto. Los serpentineros de los Azulejos poncharon a 19 toleteros de los Bravos, rompiendo el récord del club establecido el 25 de agosto de 1998 por Roger Clemens, quien guillotinó a 18 él solo.

Vladdy, una vez más, estuvo feliz de elogiar a sus compañeros de equipo.

“Bassitt, wow”, resumió Guerrero. “Te da todo lo que tiene. Siempre digo que tiene mi respeto, especialmente porque ha estado lidiando con algo de dolor en el cuello y sigue saliendo y dando todo lo que tiene. Fue una actuación increíble”.

Con demasiada frecuencia en las primeras semanas de la temporada, las grandes actuaciones de pitcheo se desperdiciaban o se convertían en innecesarios momentos de angustia debido a una ofensiva que aún no había despertado. Guerrero puede hacer eso todo por sí mismo, y como hemos visto antes con Vladdy, solo se necesita un gran swing para que se rompa la presa.