PHOENIX -- Todos los aficionados al hockey esperaban con ansiosa anticipación el domingo por la tarde, incluido al jardinero de los Orioles Tyler O'Neill.
No es frecuente que se rompa el récord de goles de todos los tiempos de la NHL, y Alex Ovechkin llegaba al duelo de sus Capitales de Washington como visitantes contra los Isleños de Nueva York empatado en la cima de la lista histórica con Wayne Gretzky. Ovechkin había anotado previamente un par de goles el viernes para igualar a “El Grande”.
O’Neill — oriundo de Canadá que tomó lecciones de patinaje de niño y ya estaba sobre el hielo jugando hockey a los 4 o 5 años — vio el primer período del choque Capitales-Isleños desde el clubhouse de visitante en el Kauffman Stadium antes del final de la serie de los Orioles en Kansas City. Sin embargo, el juego de los Orioles comenzó antes de que Ovechkin anotara su tanto número 895 de por vida — un hermoso disparo tras un pase cruzado sobre el hielo de Tom Wilson que detuvo el encuentro durante el segundo período para celebrar la historia.
“Qué genial”, dijo O’Neill, quien nació en Burnaby, Columbia Británica. “Realmente intenté seguir su carrera hacia el 894, 895. Desafortunadamente, me perdí todos los [goles] cercanos hasta ese momento, estábamos jugando partidos todos los días. Pero definitivamente siguiendo los videos y viendo lo que podía".
“Simplemente genial por él, perseguir la historia en general y romperla, hombre. Fue simplemente increíble verlo como aficionado de los deportes y del hockey", continuó O'Neill. "Estoy seguro de que todo el mundo del hockey estaba celebrando”.
Incluyan a O’Neill entre los emocionados por ver que la persecución de 20 años de Ovechkin resultara en un nuevo récord que ahora parece irrompible. El delantero de 39 años continúa jugando a un alto nivel (42 goles en 61 juegos esta temporada) y podría terminar su ilustre carrera con más de 900.
Aunque O’Neill creció como fan de las Flamas de Calgary, apreciaba la excelencia de Ovechkin — junto con las enfáticas celebraciones que acompañaron sus 895 goles.
“Realmente disfrutaba viendo jugar a Ovechkin. Obviamente, él simplemente podía anotar [con precisión]”, dijo O’Neill. “Así que para mí, como niño, admirar eso, jugando hockey mientras crecía, fue realmente genial y algo a lo que aspirar. Las celebraciones siempre fueron bastante geniales y divertidas de ver. Es todo un personaje. Es tan eléctrico y divertido de ver. Puedes ver a cualquier tipo de aficionado a los deportes gustándole ese chico”.
El béisbol y el hockey son dos deportes completamente diferentes. O’Neill lo sabe, considerando que creció jugando ambos. No hay una gran cantidad de cruce entre habilidades o técnicas que ayudarían a un jugador en uno a tener éxito en el otro.
Sin embargo, la consistencia y longevidad de Ovechkin son rasgos que lo convierten en un buen modelo a seguir para cualquier atleta. O’Neill, quien ha tenido un fuerte inicio en su primera campaña en Baltimore, da fe de ello.
“Él se presenta todos los días y compite, y es uno de los mejores del mundo”, indicó O’Neill. “Obviamente es el mejor del mundo anotando goles. Es algo para admirar. Cada vez que rompes un récord mundial, [es una] hazaña muy asombrosa y divertido de ver”.