Para Cruz, pieza clave en el bullpen de N.Y., una conversación cambió todo

21 de abril de 2025

TAMPA – La conversación que asegura cambió todo ocurrió esta primavera, cuando el relevista de los Yankees estaba tratando desesperadamente de ajustar su mecánica. Con la esperanza de dar una buena primera impresión con el que llama su “equipo de ensueño”, el puertorriqueño Cruz en vez de eso estaba siendo bateado.

Cruz afirma que no entró en pánico por su pobre desempeño primaveral, pero el cuerpo técnico de los Yankees empezaba a preguntarse cuándo comenzarían los cambios a dar resultados. Eso llevó al coach del bullpen Mike Harkey a hablar con Cruz, una charla que el derecho de 35 años dijo que “cambió todo” y despejó el camino para el éxito que ha tenido en este inicio de la temporada.

“Ahora mismo tengo mucha confianza con todos mis lanzamientos”, dijo Cruz. “Todo lo que trabajamos en el Entrenamiento de Primavera durante seis semanas, está dando sus frutos. Gracias a Dios, tomé esas seis semanas para trabajar en ponerme a tono por primera vez. En realidad, no me preocupé por los números, porque estaba haciendo muchos cambios al mismo tiempo.

“La información y todo lo que estaba recibiendo del cuerpo técnico era bien buena, todas esas conversaciones sobre mis pitcheos. Simplemente lo juntamos todo”.

Harkey dijo que el meollo del asunto se centró en la mecánica de Cruz. Adquirido de los Rojos en un canje de diciembre que envió al receptor José Treviño a Cincinnati, Cruz lidera las Mayores con una tasa de 13.95 K/9 IL desde el inicio del 2024, pero ha batallado con la inconsistencia en ocasiones.

“Todo era máximo esfuerzo, cayéndose de la goma de lanzar”, relató Harkey. “Entonces, tratamos de quitarle un poco a la mecánica y lograr que no sintiera que tenía que tirar la bola a 100 millas por hora siempre.

“Si su mecánica está más bajo control, significa que va a tener un mejor dominio de la recta, y eso es lo que ha estado haciendo durante las últimas dos semanas”.

Dijo Cruz: “Estaba esforzándome demasiado. Harkey me comentó, ‘Oye, sólo necesitas creer en ti mismo, porque tienes un gran brazo. Sólo necesitas mantener la calma y tratar de ser tú’. Hablamos mucho, pero esa conversación cambió muchas cosas”.

La recta de los dedos separados (splitter) de Cruz es tremenda arma, una a la que se refiere como su “regalo de Dios”. Carlos Rodón se refirió al splitter de su compañero como “un truco”, mientras que Anthony Volpe dijo que “ni siquiera tiene sentido”.

“Nunca había visto tantos swings malos en mi vida de buenos bateadores, luciendo como si nunca hubieran hecho swing”, aseguró el mánager de los Yankees, Aaron Boone. “Es increíble. Quisiera llevar la cuenta. Volviendo al Entrenamiento de Primavera, probablemente son como 25 swings muy malos. Nunca había visto eso contra un pitcheo”.

Harkey dijo que esa recta de los dedos separados de Cruz es la “mejor que he visto en mi vida”, haciendo una comparación con Bryan Harvey, quien fue una estrella del bullpen para los Angelinos y los Marlins a finales de la década de los 80 y principios de los 90.

“Por la velocidad del brazo con la que lo lanza, tiene mucho engaño y tiene mucho movimiento”, explicó Harkey. “La variación entre ese pitcheo y su recta es enorme. Es casi como Trevor Hoffman, donde tiene una diferencia de 10 o 12 [mph] comparado con su mejor recta”.

Y los Yankees creían que podían perfeccionar aun más el repertorio de Cruz. El coach de pitcheo Matt Blake sugirió que abandonaran una recta cortada que fue bateada con fuerza la temporada pasada (PRO de .333, SLG de .765) el año pasado. Además, completaron su arsenal con una recta de dos costuras y un slider.

Los resultados no fueron inmediatos. Esta primavera, a Cruz le anotaron nueve carreras (siete limpias) con 10 hits y dos bases por bolas en 6.1 entradas, incluyendo tres jonrones, aunque ponchó a 11.

“Sabíamos lo que estábamos obteniendo y a quién estábamos obteniendo, pero aún no habíamos estado cerca de él”, dijo Boone. “Confiábamos en que estaba trabajando en algunas cosas diferentes. Sé que el grupo de pitcheo estaba trabajando en diferentes maneras de mejorar”.

Cruz mantuvo su fe en el proceso y ahora está siendo recompensado. No ha permitido una carrera limpia en nueve de sus primeras 10 presentaciones con los Yankees, ponchando a 19 de 47 bateadores enfrentados en 12 episodios, para una tasa de 14.25 K/9 IL.

Después del partido del domingo, Cruz ocupaba el segundo lugar en ponches (primero en la Liga Americana), el sexto en porcentaje de ponches (cuarto en la L.A.) y el séptimo en K/9.0 IP (quinto en la L.A.) entre los relevistas de las Grandes Ligas. Consiguió el primer salvado de su carrera esta semana, lanzando dos entradas en blanco contra los Reales el miércoles en Nueva York. Luego, sumó otro el domingo contra los Rays en Tampa.

“Ayudar a mi equipo, ayudar al equipo de mis sueños a ganar juegos en situaciones clave, es simplemente un sueño hecho realidad”, aseguró Cruz. “Todo es un sueño para mí. Estoy agradecido, realmente contento y muy feliz por lo que me está pasando”.