Lejos de pretender que Aaron Judge no ha recibido suficiente cobertura mediática positiva en los últimos cinco años – quizás hayan notado la portada del videojuego y el par de Premios de Jugador Más Valioso de la Liga Americana – pero también existe el peligro de que su extraordinaria grandeza simplemente parezca... normal. Incluso esperada.
Mientras Shohei Ohtani logra el 50-50 y se prepara para lanzar, y el dominicano Elly de la Cruz vuela por el aire como Supermán, Judge simplemente sigue haciendo lo mismo que ha hecho durante nueve temporadas; batear la bola con una fuerza descomunal.
¿Normal, verdad? ¿Ya no vale la pena prestarle atención? No exactamente. Eso no podría estar más lejos de la verdad.
Judge bateaba .415/.513/.734 en sus primeros 25 juegos de la temporada, antes de la jornada del viernes. Es el mejor mes de abril de su carrera. Es casi el mejor abril para cualquiera, en realidad; antes del viernes, el OPS de Judge era 2.5 veces mejor que el promedio de Grandes Ligas, lo que lo ubica como uno de los 10 mejores meses de abril que alguien haya tenido, al menos entre jugadores con 100 visitas al plato.
Pero tampoco es el mejor mes de su propia carrera, de nuevo, comparado con el promedio de la liga. Ni siquiera está entre los cinco mejores.
Eso es, quizás, lo que sucede cuando estás en medio de tu novena campaña excelente consecutiva y en camino a lo que todo apunta será un tercer año histórico en las últimas cuatro ediciones. Judge, quien celebra su 33er cumpleaños el sábado, está empatado en el tercer lugar de la mejor producción ofensiva en la historia de las L.A./L.N. hasta los 33 años, registrando una línea 75% por encima de la media de su era. ¿Los únicos dos bateadores más productivos? Babe y Ted. No necesitan ver sus apellidos para saber quiénes son. Ninguno ha tenido una vez al plato en las últimas seis décadas.
En el 2022, Judge registró la que fue, en ese momento, la (empatada) quinto mejor temporada en la historia moderna de L.A./L.N. para un bateador derecho (OPS+ de 210). En el 2024, se superó a sí mismo, registrando la mejor campaña para un bateador diestro (OPS+ de 223), dándole dos de las seis mejores. En el 2025, ha tenido otro tremendo inicio -- no va a batear .415 toda la temporada, obviamente, pero quizás tampoco lo necesite. Si simplemente cumple con las proyecciones, que incluyen lo que ha hecho hasta la fecha y lo que razonablemente podría esperarse que haga durante el resto del año, tendría su tercera temporada siendo más del doble de bueno que el bateador promedio.
¿Los únicos bateadores de L.A./L.N. en lograr eso tres veces o más? Ruth, Bonds, Williams y Hornsby. Y, quizás, Judge. Mientras tanto, docenas de leyendas de todos los tiempos – Henry Aaron, Alex Rodriguez, Joe DiMaggio, el dominicano Albert Pujols y Mike Schmidt entre ellos – nunca lo lograron ni una sola vez.
“Esta semana es Tony Gwynn, la próxima semana podría ser Hank Aaron”, dijo riendo su compañero en los Yankees Carlos Rodón después de una victoria del equipo el miércoles en Cleveland, lo cual sería una frase tremenda si Gwynn o Aaron -- a pesar de su obvio estatus legendario -- hubieran bateado alguna vez como lo ha hecho Judge. Comparando a los tres hasta los 33 años, Judge tiene mejor slugging que Aaron y se embasa más que Gwynn.
¿Normal? ¡No! Nada de esto es normal.
Consideren lo que sucedió la temporada pasada, cuando Judge tuvo una inusual mala racha para comenzar el año, registrando un OPS de .754 en abril. Eso es perfectamente aceptable para la mayoría de los bateadores, pero aun así fue uno de los meses más flojos de su tiempo como Yankee. Cerca del final del mes, comenzó a encenderse, cambiando su postura en el plato en el proceso, como explicó con gran detalle David Adler de MLB.com.
Después de eso, Judge lució su ser excelente forma habitual durante el resto de la campaña, logrando aun así registrar 11.2 de WAR, la mejor que alguien haya tenido desde el apogeo de Bonds alrededor del cambio de siglo. (Sí, mejor que cualquier temporada de Ohtani, cuyos mejores años como lanzador y sus mejores como bateador aún no han coincidido).
Entonces, mirando lo que ha hecho en los últimos 365 días, se excluye mayormente ese lento comienzo. Antes del viernes, el último año calendario de Judge valía 13.7 de WAR, gracias al .360/.489/.762 (y 62 cuadrangulares) que acumuló en 162 juegos, mientras jugaba mayormente en el jardín central.
Llámenlo un ‘año histórico oculto’, porque si retrocediéramos hasta el nacimiento de la Liga Americana en 1901, una temporada de 13.7 de WAR estaría empatada como la segunda mejor de todos los tiempos, justo en medio de algunas de las mejores de Ruth. Y aunque el WAR hace un buen trabajo ajustando el nivel de habilidad promedio cambiante de la liga, no toma en cuenta explícitamente el hecho de que Ruth jugaba todos los partidos de día, nunca se subió a un avión ni jugó un encuentro al oeste de San Luis, en una liga que aún no había sido integrada racialmente, viendo a los mismos siete cuerpos de lanzadores una y otra vez.
Mejores temporadas de la historia, Victorias por Encima del Reemplazo (desde 1901)
- 14.7 // Ruth, 1923
- 13.7 // Ruth, 1921 [también los últimos 365 días de Judge]
- 13.1 // Ruth, 1920
- 12.9 // Ruth, 1927
- 12.7 // Bonds, 2002
- 12.5 // Bonds, 2001
- 12.4 // Gehrig, 1927
Si quieren mirar sólo la ofensiva, usando wRC+ (que es muy similar al OPS+), entonces la marca de 245 que Judge tuvo durante el último año calendario sería... la Nro. 1, justo por delante del 244 que Bonds registró en el 2002.
Ahora bien, no podemos decir que hemos podido revisar toda la historia y hacer una verificación de 365 días para cada jugador. Bonds, por ejemplo, acumuló 14.2 de WAR y 253 de wRC+ entre el 18 de septiembre del 2001, cuando el béisbol regresó tras los ataques del 11 de septiembre, y el 17 de septiembre del 2002, y esa es una muestra seleccionada a conveniencia que puede o no ser su mejor racha histórica. Así que, no, no podemos decir que este sea ‘el mejor año calendario de la historia’, por muy buen titular que eso sería.
Pero también sabemos dos cosas con certeza: El WAR no es realmente lo suficientemente preciso como para que los puntos decimales importen tanto, particularmente a medida que se retrocede en las décadas; y una temporada de alrededor de 14 de WAR es más o menos lo máximo que cualquiera es capaz de registrar. Si no es el mejor año calendario de la historia, tiene que estar al menos en la conversación.
A pesar de todo esto, es probable que Judge no alcance ningún récord histórico en cuanto a ‘más jonrones’ o ‘mayor WAR acumulado’, a pesar de ser el jugador más rápido en llegar a 300 vuelacercas. Esto se debe a que tuvo un comienzo relativamente tardío – su campaña ganadora del premio Novato del Año en el 2017 fue a los 25 años – y porque perdió tiempo debido a la temporada acortada del 2020 y diversas lesiones. Lo que va a destacar aquí, aparte de la elevada posición de Judge en la cima de la tabla de líderes de batazos fuertes de Statcast de todos los tiempos, es su valor por juego, que puede expresarse mejor mostrando su promedio de WAR por cada 162 juegos.
WAR de por vida/162 juegos (mín. 1,000 juegos)
- 10.8 // Ruth
- 9.3 // Hornsby
- 9.2 // Williams
- 9.1 // Mike Trout
- 8.2 // Bonds
- 8.8 // Willie Wells
- 8.7 // Judge ←
- 8.7 // Gehrig
Es una lista increíble de nombres, particularmente cuanto más conoces sobre Wells, una leyenda de las Ligas Negras que fue uno de los mejores campocortos en la historia del béisbol.
Judge no será el mejor bateador de la historia, porque ese título siempre pertenecerá ya sea a Ruth, quien cambió el deporte por sí solo de maneras que no pueden repetirse hoy, o a Williams, el científico original del béisbol que estaba décadas adelantado a su tiempo, o a Bonds, quien dominó de una manera que nadie lo ha hecho antes o después, independientemente de lo que puedas pensar sobre la polémica que lo envuelve.
Pero Ruth, Williams y Bonds eran bateadores zurdos. Judge podría terminar siendo el mejor bateador derecho que jamás haya jugado – entre cualquier diestro con al menos 1,500 veces al bate, exactamente ahí es donde está clasificado, ahora mismo. Tiene asegurado desde hace mucho tiempo un lugar en Cooperstown, cuando sea elegible. O bien registró el mejor año calendario de la historia, o estuvo muy cerca de hacerlo.
¿Es la grandeza constante normal, simplemente porque nunca desaparece? Argumentaríamos que no lo es. Podríamos decir que hacer algo tan increíble tan a menudo que apenas parece destacar es exactamente lo que parece ser la verdadera grandeza.